El siglo XIX es uno
de los períodos más interesantes de nuestra corta historia como nación. Un
siglo lleno de batallas tanto internas como internacionales. Un siglo en el que
México trataba de surgir como nación independiente y que le costó mucha sangre,
mucho dinero, cobró muchas vidas y hasta dejó la mitad de su territorio al
vecino del norte.
El siglo XIX fue el
escenario donde participaron personajes como Hidalgo, Morelos, Iturbide, Santa
Anna, Juárez, Maximiliano. Siglo de la lucha de Independencia, la intervención
francesa y norteamericana y la Guerra de Reforma y también fue el caldero que
preparó la lucha de revolución que se daría comenzando el siglo XX.
Otro de los
personajes más representativos de esa época es Don José de la Cruz Porfirio
Díaz Mori. Nació en pleno siglo XIX, año de 1830, en Oaxaca. Su padre, Faustino
Díaz, fue coronel en el ejército insurgente de Vicente Guerrero. Porfirio
ingresó a la escuela desde los 5 años de edad. A los 13 años de edad ingresó al
seminario donde estudió física, matemáticas, lógica, gramática, retórica y latín.
Tres años más tarde se produjo la Intervención Norteamericana y en el seminario
los mismos maestros y sacerdotes alentaron a los alumnos a luchar contra los
invasores. Porfirio Díaz se enroló en el Batallón de San Clemente pero nunca
combatió. Después de ese evento conoció personalmente a Benito Juárez y sus
ideas. Decidió abandonar el seminario y estudiar en el Instituto de Ciencias y
Artes de Oaxaca que era considerado herético, allí estudió derecho, a sus 20
años de edad trabajó como maestro en ese instituto. Tiempo después Porfirio trabajó
como bolero, ensamblando rifles en una armería y también como carpintero hasta
que logró obtener el puesto de bibliotecario y profesor interino. Más delante
estudió también derecho romano.
Como militar, a sus
23 años de edad participó en una de las luchas armadas contra Santa Anna (Plan
de Ayutla). Juárez llegó a la gubernatura del Estado de Oaxaca y Díaz es
nombrado jefe político del Distrito de Ixtlán, allí, luchando en la guardia de
Ixtlán recibió una herida de bala. El presidente Comonfort le dio el mando militar
del Istmo de Tehuantepec donde luchó contra los conservadores. Luchó en la
Guerra de Reforma. Tras el triunfo de Juárez al mando de los liberales, Díaz
fue nombrado diputado federal, pero cuando fueron ejecutados Melchor Ocampo,
Leandro Valle y Santos Degollado pidió permiso para irse a luchar.
Más tarde llegó la Segunda
Intervención Francesa y Porfirio Díaz estuvo allí en la famosa Batalla de
Puebla del 5 de mayo donde lograron derrotar a los franceses. El General
González Ortega y Porfirio Díaz repelieron los ataques, los derrotaron e
incluso los persiguieron hasta que Ignacio Zaragoza se los impidió. Tiempo
después llegaron 30 mil soldados francés que derrotaron a los nuestros, Díaz
fue hecho prisionero pero logró escapar. Díaz habló con Juárez y éste le asigno
30 mil soldados para luchar con la causa liberal, es la época del Porfirio en
su esplendor militar.
Como político, ocupó
la presidencia en siete ocasiones, se mantuvo en el gobierno por
aproximadamente 30 años, a este período de la historia se le conoce como «El Porfiriato».
El Porfiriato se
destaca por haber logrado muchos avances a la nación. Fue un periodo de
relativa calma a las incesantes guerras que, desde la lucha de independencia
hasta la llegada de Porfirio al poder, no dejaban de suceder. Porfirio trajo la
luz eléctrica y en consecuencia se beneficiaron las fábricas, extendió el
sistema ferroviario que vertebró al país, trajo el automóvil y la industria automotriz.
Sin embargo, las desigualdades y problemas sociales durante su mandato lo
llevaron a su deceso y casi quedó en el olvido. Sin duda Porfirio fue un gran
hombre, héroe de mil batallas.
Un día como hoy, 17
de febrero, pero de 1877 Porfirio Díaz reasume el poder después de derrotar a
José María Iglesias. Durará en el poder hasta 1880, tiempo después asumirá de
nuevo la presidencia en 1884 y la dejará hasta 1911.