Cuando las cosas se
ponen color de hormiga, las leyes se vuelven más estrictas y radicales.
Continuando con el
escabroso siglo XIX en México y sus guerras interminables, esta vez hablaré de
una ley expedida para lograr conservar el poder por parte de los liberales.
El día 21 pasado
hablé sobre el Segundo Imperio Mexicano, ayer 22 hable sobre Juárez y Zuloaga,
recomiendo leerlo antes de continuar con este texto.
Una vez que terminó
la Guerra de Reforma, Benito Juárez convocó a elecciones, él mismo resultó electo
Presidente para el periodo de 1861 a 1865. Como ya comenté, el país estaba en quiebra,
en bancarrota, se suspendieron los pagos a las deudas extranjeras y se dio la
invasión francesa a territorio mexicano.
Tenemos otro
personaje importante en esta época llamado Miguel Miramón, conservador, mexicano
de ascendencia francesa, apodado como «el joven Macabeo» por el bíblico Judas
Macabeo. Ha sido el presidente más joven de México con tan solo 28 años de edad.
Fue elegido presidente interino al término del Plan de Tacubaya. Fue uno de los
promotores de traer a Maximiliano a ocupar la corona del Imperio Mexicano.
Estuvo en la mítica batalla de Chapultepec contra los norteamericanos el 13 de
septiembre de 1846. Miramón fue el terror de Juárez, venció a los liberales en
varias batallas y llegó incluso a sitiar a Juárez en Veracruz, estuvo a poco de
derrotarlo esa ocasión.
Regresando al asunto
de la intervención francesa, en Londres firmaron un convenio las tres naciones
afectadas por el decreto de Juárez a no pagar la deuda: España, Inglaterra y
Francia, allí se convino que se enviaría una expedición militar para ocupar las
aduanas y las posiciones estratégicas marítimas, se recaudaría todo el dinero
de las aduanas y se repartiría entre los tres países pero se respetaría la
integridad del territorio mexicano y del gobierno constituido. Supuestamente
las tres naciones solamente tenían intereses económicos para el pago de sus
deudas, sin embargo cada una de ellas tenía un interés político: España ya no
tenía colonias y quería recuperar el dominio de México, Inglaterra se había
hecho de colonias en África y Asia y aspiraba tener colonias en América; y
Francia quería contener el avance de los Estados Unidos y abrir nuevos mercados
estableciendo mineras en Sonora y Baja California.
Juárez por su parte,
creía que solamente España tenía intenciones políticas más allá de las
económicas, ya que anteriormente los españoles habían hecho alianzas con los
conservadores en la reciente Guerra de Reforma. Se equivocó, sin embargo el
gobierno de Juárez se preparó para el peor escenario, sabiendo de la inminente
invasión y de las alianzas que los conservadores tenían con esas naciones, un
día como hoy, 23 de enero, pero de 1862, Juárez dictó una «Ley Contra los Traidores
de la Patria y los Invasores Extranjeros» donde se dice que cualquiera que
colaborase con el enemigo sería castigado con la pena de muerte. Más
información al respecto:
http://www.memoriapoliticademexico.org/Textos/3Reforma/1862CDN.html)
Los franceses
derrotaron a los mexicanos, instauraron un nuevo gobierno monárquico en complicidad
con el Partido Conservador e instauraron a Maximiliano de Habsburgo como
emperador.
Maximiliano llegó a
México siendo recibido de una manera grandiosa por las clases altas y por el
ejército francés.
Las fuerzas liberales
no cejaban en la lucha y poco a poco iban obteniendo algunos triunfos, aquí
aparece el general Porfirio Díaz, liberal, combatiendo a los imperialistas. Una
vez que los liberales y otras situaciones ajenas provocaron la caída del
Imperio, Maximiliano y Miramón entre otros, fueron fusilados en aplicación a la
Ley Contra los Traidores de la Patria y los Invasores Extranjeros.
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