¿Alguna vez te has
preguntado cómo fue que se fundaron los pueblos y ciudades que ahora conocemos
aquí en México? Alguien dijo que era algo muy sencillo: construyes una cantina
en medio de la nada y pronto estará abarrotado de gente… no es así.
Sabemos de antemano
que la finalidad de toda colonización es la explotación de los recursos humanos
y naturales; en el caso particular de Europa se puede hablar también del
descongestionamiento demográfico, lo que Hitler llamaba Lebensraum «espacio vital».
Desde el
descubrimiento de estas tierras, la Corona Española vio como necesario
poblarlas para explotar sus riquezas. Durante más de 300 años de colonización, en
América se vivió el proceso de fundación de ciudades más numeroso que la Historia
Universal ha dado; de forma continua iban apareciendo una detrás de otra las
grandes ciudades y pueblos que ahora conocemos.
Los lugares donde se
fundaron no fueron tomados al azar, sino que el lugar debía cumplir con una
serie de necesidades o exigencias, a saber: por razones comerciales, por
control de rutas marítimas o terrestres, por razones económicas y agrícolas,
por razones militares y hasta por intereses evangelizadores. Las primeras
ciudades que los españoles fundaron fueron en las islas de Santo Domingo, Cuba
y Puerto Rico, después vinieron al continente; la primera ciudad fundada dentro
del continente americano fue Veracruz (Villa Rica de la Vera Cruz, en 1519). La
Corona debía permitir la fundación mediante firma de contratos.
Cuando los españoles fundaban
una ciudad, se realizaba todo un ritual, una ceremonia que se repitió
prácticamente en todas las ciudades de América: Un monje o un funcionario
realizaba la apropiación en forma simbólica cortando hierba y ramas de árboles.
Después el fundador retaba a los presentes a que alguno impidiera la fundación.
En seguida se procedía a erigir en el centro de la plaza la picota, que era el
símbolo de la jurisdicción y de la justicia. Asimismo se hincaba una cruz en el
lugar en el que se proyectara levantar la iglesia principal de la ciudad.
La plaza principal o
mayor la trazaban junto al puerto si era un pueblo costero o en el centro del
lugar en caso de ser mediterránea. Por lo general allí ubicaban los edificios
públicos como el Cabildo, la residencia del gobernador y la iglesia. La mayoría
de las ciudades se construyeron de forma regular, es decir, con su plaza bien
trazada al centro y sus calles rectas, formando una cuadricula. Hubo también
casos irregulares como el de Guanajuato debido al terreno accidentado; hubo
ciudades fortificadas según los modelos italianos (en formas poligonales o
estrelladas) y también se dieron casos raros como Nuestra Señora de Luján en
Argentina donde no hay plaza. Otro caso fue el de reutilizar ciudades que ya
habían sido bien trazadas por los indígenas, como el caso de la Ciudad de
México sobre Tenochtitlán o la ciudad de Cuzco en Perú.
Un caso particular
fue la fundación de la ciudad de Mérida. El día de ayer mencioné a Francisco de
Montejo como fundador de la ciudad de Campeche, este mismo personaje, conquistador
en la zona de la península de Yucatán, al explorar el territorio encontró una
ciudad maya en ruinas llamada Ichcaansihó; Juan Francisco Molina escribió: "un
lugarejo de indios mayas aposentados en chozas de paja y madera y restos de
algunos edificios en alto grado sorprendentes y bellos que coronaban agrestes
cerros cubiertos de añeja arboleda."
Sobre una ciudad maya
en ruinas, la cual tuvo su apogeo unos mil años antes de la llegada de los españoles,
un día como hoy, 6 de enero, pero de 1542, Francisco de Montejo y León alias «el
mozo» fundó la ciudad de Mérida en Yucatán, con el mismo nombre de la Mérida de
Extremadura, ya que las ruinas mayas le recordaban las ruinas romanas de
aquella.
Así contribuyes a la refundación de nuestra ciudad. Gracias. Gloria R.
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